miércoles, 24 de septiembre de 2008

Dice el Dalai Lama...


La palabra sánscrito paramita significa cruzar a la otra orilla. También puede traducirse como perfección, logro perfecto o trascender las limitaciones. Mediante la práctica de estas seis paramitas, cruzamos el mar del sufrimiento (samsara) hasta llegar a la orilla de la felicidad y el despertar (Nirvana); cruzamos de la ignorancia y la confusión a la iluminación. Cada una de las seis paramitas es una cualidad iluminada del corazón, una virtud o atributo glorioso, la semilla innata del logro perfecto dentro de cada uno de nosotros. Las paramitas son la esencia misma de nuestra verdadera naturaleza. Sin embargo, como estas cualidades iluminadas del corazón han llegado a obscurecerse por la confusión, el egoísmo y otras tendencias kármicas, es necesario que cultivemos estas cualidades potenciales y permitamos que se expresen. De esa manera, las seis paramitas implican un cultivo interno, una práctica diaria para llevar una vida sabia, compasiva, amorosa e iluminada. Las paramitas son los seis tipos de práctica virtuosa que se requieren para servir con habilidad al bienestar de los demás y alcanzar la iluminación. Debemos comprender que lograr que se expresen estas cualidades virtuosas de nuestra verdadera naturaleza, exige disciplina, práctica y un cultivo sincero. Este es el sendero del Bodhisatva, alguien dedicado a servir bienestar más elevado de todos los seres vivos con un corazón despierto lleno de amor incondicional, sabiduría hábil y una compasión que todo lo abraza.
CAMINOS DEL SER


Un lugar para el encuentro....