La iniciativa de coherencia global es un proyecto de investigación en colaboración con el Instituto de HeartMath, la Dra. Elizabeth Rauscher y otros ingenieros y científicos para diseñar, construir y mantener una coherencia global del sistema de seguimiento (GC-MS). El GCMS directamente a medir las fluctuaciones en los campos magnéticos generados por la tierra y en la ionosfera.
Dr. Rauscher, un astrofísico de renombre internacional y científico nuclear, ha trabajado en instituciones como el Laboratorio Nacional Lawrence Berkeley, Lawrence Livermore de laboratorio y consultas periódicas con la NASA y la Marina de los EE.UU.. A partir de principios de 1980, ella y su difunto esposo, el Dr. William Van Bise, construyó un sensible detector de campo magnético para controlar el campo geomagnético y las pulsaciones y resonancias asociadas con excitaciones la ionosfera.
Su investigación ha dado lugar a algunos resultados significativos. Por ejemplo, dos o tres semanas antes de los terremotos o las erupciones volcánicas, los cambios del campo magnético de la Tierra, lo que sugiere que un sistema de vigilancia multiestación podía predecir terremotos y erupciones volcánicas. No sólo los Dres. Rauscher y Van Bise predecir la catastrófica erupción del Monte Santa Helena, en Washington, en el año y medio después de la erupción, predijeron el 84 por ciento de la actividad sísmica que ocurre dentro de un área de 100 millas cuadradas en torno a un solo detector. Este resultado por sí solo justifica el desarrollo de un sistema de vigilancia mundial, pero hay aún más razones de peso para hacerlo.
La comunidad científica está empezando a apreciar cómo los campos generados por los sistemas vivos y la ionosfera interactuar unos con otros. Por ejemplo, la tierra y la ionosfera de generar una sinfonía de frecuencias que van desde 0,01 hertz a 300 hertz, y algunos de los grandes resonancias que ocurren en los campos de la tierra están en el mismo rango de frecuencia como las del corazón y el cerebro humanos. Aunque los investigadores han analizado algunas de las posibles interacciones entre los campos de la tierra y humana, animal y actividad de la planta, los científicos apenas han arañado la superficie de lo que puede lograrse con algo tan sofisticado como la supervisión de la coherencia global del sistema.
Un número de importantes descubrimientos ya han surgido. Por ejemplo, cambios en el campo magnético de la Tierra son asociados con los cambios en el cerebro y la actividad del sistema nervioso, el rendimiento de la memoria de atletismo, y otras tareas, la sensibilidad en una amplia gama de experimentos de percepción extrasensorial, la síntesis de nutrientes en las plantas y algas, el número de violaciónes de tráfico y los accidentes reportados, la mortalidad por ataques al corazón y accidentes cerebrovasculares, y la incidencia de la depresión y el suicidio. Es interesante observar que los cambios en las condiciones geomagnéticas afectar a los ritmos del corazón más fuerte que todas las funciones fisiológicas estudiadas hasta ahora.
También hay pruebas de que en algunos casos las ondas cerebrales de las personas se pueden sincronizar con el ritmo de las ondas electromagnéticas generadas en la ionosfera de la Tierra. Cuando la gente dice que "siente" un terremoto u otros acontecimientos planetarios, tales como los cambios de tiempo, es posible que se puede reaccionar a las señales físicas reales que ocurren en el campo de la tierra antes del evento.
Aunque no es difícil concebir que las formas de vida incrustadas en los campos magnéticos de la Tierra podrían verse afectadas por las modulaciones en estos campos, es un mayor alcance proposición para sugerir que los campos de la tierra pueden influir o modulada por las emociones humanas. Sin embargo, los investigadores teorizan que el GCI, cuando un gran número de seres humanos responden a un evento mundial con un sentimiento emocional común, la respuesta colectiva puede afectar a la actividad en el campo de la tierra. En los casos en que evoca el caso de respuestas negativas, esto podría considerarse como una onda de tensión planetaria y, en casos donde se crea una onda positiva, podría crear una ola de coherencia global. Esta perspectiva es apoyada por la investigación en el Instituto de HeartMath, que ha demostrado que las emociones no sólo crea la coherencia o incoherencia en nuestros cuerpos, pero, como las ondas de radio, también irradia hacia el exterior y son detectadas por los sistemas nerviosos de los demás en nuestro entorno.
Ahora está claro que nuestro sistema nervioso detectar estas ondas electromagnéticas generadas por los demás en nuestro entorno, pero también hay evidencia de un efecto mundial, cuando gran número de personas similar crear ondas de salida. Por ejemplo, la investigación llevada a cabo por Roger Nelson y su equipo de la Universidad de Princeton para el Proyecto Conciencia Global utiliza una red mundial de generadores de números aleatorios. Sus resultados han aportado pruebas convincentes de que la conciencia humana y la emotividad crear o interactuar con un ámbito global, que afecta a la aleatoriedad de estos dispositivos electrónicos. El mayor cambio en los generadores de números aleatorios se produjeron durante los ataques terroristas en el World Trade Center el 11 de septiembre de 2001. Aún más interesante fue el hecho de que los generadores de números aleatorios se vieron afectados significativamente de unos cuatro a cinco horas antes del ataque, sugiriendo una intuición colectiva de todo el mundo sobre el acontecimiento inminente.
El Observatorio coherencia global del sistema directamente a medir el campo magnético del planeta, que postulamos debe ser mucho más sensibles a los efectos de la emoción colectiva basada en las interacciones humanas que pueden ser detectados con otros tipos de detectores. Por ejemplo, dos National Oceanic and Atmospheric Administration (NOAA) de los satélites meteorológicos espaciales de vigilancia del campo geomagnético de la Tierra también se muestra un aumento significativo en el momento del ataque 11 de septiembre y durante varios días después, lo que indica la onda de esfuerzo, posiblemente causado por la emoción humana de masas creada modulaciones en el campo geomagnético.
El Observatorio de coherencia global del sistema se establecerá una red mundial de estaciones de sensores para medir las fluctuaciones de los campos geomagnéticos de la tierra para los siguientes fines:
Verificar el grado de terremotos, erupciones volcánicas y otros fenómenos planetarios energética se reflejan en y predicha por patrones específicos de actividad en la dinámica del campo magnético de la Tierra.
Examinar el grado en que existe una resonancia energética entre el campo magnético de la tierra y los ritmos del corazón humano y la actividad cerebral.
Examinar la influencia del campo de la tierra en los patrones de comportamiento humano colectivo.
Examinar el grado en que los colectivos de resonancia emocional humanos en respuesta a los eventos masivos de significado emocional común se refleja en la actividad del campo magnético de la Tierra.
Creemos que la supervisión de la coherencia global del sistema puede facilitar una mejor comprensión de las interacciones mutuas entre los seres humanos y nuestro medio ambiente mundial. Mucho más importante, sin embargo, está consiguiendo la colaboración de las personas y grupos de personas en el establecimiento y ampliación de coherente saliente ámbitos que interactúan con los campos del planeta, ayudando así a establecer una coherencia global.
Por ejemplo, cuando una catástrofe ha devastado una zona, la comunidad de GCI será alertado para enviar centro de atención coherente a la gente en esa zona durante un período de tiempo específico para ayudar a reducir el sufrimiento y la negatividad. Creemos que las intenciones coherente tener un impacto positivo, pero esto no ha sido probado científicamente. Proporcionar prueba de ello es uno de los objetivos del proyecto. Los investigadores utilizarán los datos recopilados por el MCG para investigar a través de estudios controlados, lo que los efectos de una mayor coherencia están en campo de la tierra y si se traducirá en una mejora de los resultados sociales y de salud. La coherencia global de la Comunidad recibirá informes en curso de los resultados.
